MADAGASCAR : LA HISTORIA DE SYNTHIA

El 4 de febrero de 2021, un fidel acompañado por 3 mujeres llamó a nuestra puerta. Venían para exponer un problema insoluble y para que les ayudemos a encontrar una solución. Una de las 3 mujeres, la Sra. Berthine, está a cargo de dos niños de 9 y 4 años, de una hermana con una discapacidad física y otra de 16 años. Esta trabajó como ama de llaves en una familia en Antananarivo. En septiembre de 2020, su patrona la llevó de vuelta a la casa de su hermana sin un centavo y en un estado cercano a la locura: gritando, escapando de casa, diciendo cosas horribles, comiendo cualquier cosa, ... Su hermana Berthine la llevó a la casa de su tío en Ankaratra.  Pero a principios de febrero de 2021, el tío que ya no podía cuidarla la dejó con su hermana mayor. Ésta a penas luchando por encontrar trabajo para alimentar a la familia. No puede dejar a Synthia sola en casa. ¿Dónde encontrar comida para cuatro o cinco personas?

Sor Angélinah que fue a verificar la historia para ver si las cosas eran como fueron contadas y, con ella, la comunidad buscó formas de ayudar a esta familia. Después de mucha reflexión y discusión, decidimos; para empezar, darles asistencia material y financiera diaria. Lo más urgente era encontrar un lugar donde Synthia fuera tratada. Después de muchos trámites y llamadas telefónicas, pudimos llegar a los Hermanos de San Juan de Dios, en Manakambahiny Tanà, quienes aceptaron recibirla. Pero tuvimos que encontrar un vehículo para llevarla allí, pagar los gastos necesarios que no podíamos asegurar completamente a largo plazo. La salvación nos llegó de nuestro diputado que se hizo cargo de todos los gastos hasta la curación completa de Synthia, ¡Que Dios lo bendiga!

El 12 de febrero, ella tuvo una cita con los médicos; desde la primera ingesta del medicamento se calmó, pudo dormir y toda la familia con ella.

Esta es ahora su 4ª visita al médico, la transformación de Synthia  es sorprendente: habla inteligentemente, razona ... Ella está feliz de encontrarse con nosotras de nuevo y de prestar pequeños servicios. ¡Qué alegría ver su progreso! En esta foto, Synthia es la que tiene un suéter a rayas blancas y negras y con el pelo corto.

Es un gozo para nosotras vivir esta experiencia de resurrección ¡cuando os reunís, podéis hacer milagros!

La comunidad anfitriona – Ambatolampy