el valor del verdadero compartir

Hace más de 10 años, dejé mi país y la provincia malgache. La Misión me llamó a otra tierra: Camerún.

La misión es fuente de encuentros, descubrimientos y alegrías, pero también es fuente de especial sufrimiento cuando uno se encuentra lejos de un ser querido en el momento en que se une al Señor.

Esta fue mi experiencia cuando, el 17 de marzo de 2022, recibí la noticia de la muerte de mi hermana mayor en Madagascar. Ella fue con quien compartí mis alegrías y penas, durante mi última estancia familiar de diciembre de 2021 a enero de 2022. El golpe fue duro pero el Señor cambió mi dolor en alegría. 

Descubrí el valor del verdadero compartir con las Hermanas de mi Comunidad, de la Delegación de Camerún y con todas las Hermanas de Madagascar: algunas fueron a mi pueblo a consolar a mi familia y a enterrar a mi hermana. Sentí la presencia de las hermanas de Chile que me llamaron por teléfono y el apoyo de los feligreses...

Este doloroso acontecimiento me permitió experimentar un fuerte amor fraternal, que une y ayuda a superar las dificultades cotidianas, a seguir adelante juntos... ¡Sí, que el alma de mi hermana mayor descanse en paz y que rece por todos nosotros!

Hna. Angeline