para la misión en el nombre de Cristo
Reunidas
Vivimos en comunidad entre hermanas que no se han elegido...
- es ante todo un don de Dios que hay que recibir,
- es una obra que continuar para vivir la diferencia como camino de unidad.
- es también el lugar para compartir la misión,
- en la cual verificamos nuestra fidelidad al evangelio
- en la cual cada una se abre a los compromisos de las demás, sabiendo ensanchar su corazón a nuevas solidaridades
Así la comunidad apostólica quiere ser signo de « la Humanidad nueva en germen en nuestro mundo » (C.47)
Enviadas
Para unirnos con nuestros hermanos, y trabajar con ellos, allí donde hay que promover el sentido de la vida y del hombre, en la educación, la pastoral, la salud, las obras sociales.
Para abrirnos a otras culturas, a otros valores:
- en el encuentro con el extranjero
- en la acogida mutua
- en el compromiso solidario con otros
al servicio de la comunión
En un cuerpo apostólico internacional
«… realizamos nuestra misión como miembros de un cuerpo apostólico internacional, unido por el vínculo de la caridad y de la obediencia…»
(C 10)