Reunidas
para la misión
en el nombre de Cristo
en el nombre de Cristo
Vivimos en comunidad entre hermanas que no se han elegido...
- es ante todo un don de Dios que hay que recibir,
- es una obra que continuar para vivir la diferencia como camino de unidad.
- es también el lugar para compartir la misión,
o en la cual verificamos nuestra fidelidad al evangelio
o en la cual cada una se abre a los compromisos de las demás, sabiendo ensanchar su corazón a nuevas solidaridades
Así la comunidad apostólica quiere ser signo de « la Humanidad nueva en germen en nuestro mundo » (C.47)