la acción del Espíritu
Juntas, hemos hecho la experiencia de la presencia y de la acción del Espíritu:
fuerza imprevisible y a veces desconcertante,
el único capaz de reunir congregaciones de orígenes diferentes,
respetando su diversidad y acogiendo las riquezas espirituales de cada una.
fuerza imprevisible y a veces desconcertante,
el único capaz de reunir congregaciones de orígenes diferentes,
respetando su diversidad y acogiendo las riquezas espirituales de cada una.
Honorando en nuestras congregaciones respectivas un aspecto particular de la vida de Cristo, somos llamadas ahora a abrirnos a la Totalidad del MISTERIO DE CRISTO (Ef.. 1,9-10, Col. 1,15-21)
Nuestra Unión se ubica en una historia más amplia: la del Pueblo de Dios, la de la Iglesia.
Así, nuestros esfuerzos de reunión entran en el proyecto de Dios:
« Hacer la unidad del universo entero por medio de CRISTO» (Ef. 1,10)
Recibimos la nueva misión que Dios nos confía en la Iglesia y el mundo:
SER TESTIGOS DE JESUCRISTO
PRÍNCIPIO ET ARTÍFICE DE UNIDAD